La zona de Montefeltro es predominantemente montañosa y accidentada, con valles boscosos interrumpidos por empinadas laderas. Debido a sus importantes características medioambientales, históricas y culturales, Montefeltro alberga el Parque Natural Regional del Sasso Simone y Simoncello. Frente a frente, desde hace millones de años los grandes peñascos calcáreos de Sasso Simone y Simoncello, junto con el Monte Carpegna con sus 1415 metros, se enfrentan definiendo el horizonte de toda la zona. Su perfil es inconfundible y siempre han sido un punto de referencia fundamental para quienes atraviesan este territorio, imponiéndose a la vista y ejerciendo un gran poder evocador.
A su alrededor se extienden bosques, prados y entornos rurales salpicados de castillos, fortalezas y aldeas que cuentan historias fascinantes, como en el caso de la ciudad-fortaleza de Sasso, construida por Cosme I de Médicis hacia mediados del siglo XVI. El elemento morfológico más significativo de la zona está representado por el fuerte contraste entre los afloramientos calcáreos, que forman los relieves principales, y los de predominante componente arcilloso, que dan lugar a un paisaje suave y accidentado. Urbino fue uno de los centros más importantes del Renacimiento italiano, cuyo legado arquitectónico conserva íntegramente. Su centro histórico es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1998.